OPERA IN CONCORSO | Sezione Video

 | Ecos perdidos

Ecos perdidos
fotograf
5 min. 29 seg.

Sebastian Fund

nato/a a Buenos Aires, Argentina
residenza di lavoro/studio: Xalapa, MEXICO


iscritto/a dal 23 apr 2025

http://www.sebastianfund.com


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Descrizione Opera / Biografia


En los páramos de México, donde alguna vez resonó el llanto de La Llorona buscando a sus hijos ahogados, hoy se escucha un nuevo lamento. Es el grito desgarrador de miles de madres que buscan a sus hijos desaparecidos, víctimas de una violencia que corroe el tejido social de nuestra nación.
Este audiovisual reinterpreta el mito ancestral de La Llorona, transformándolo en un espejo simbólico de la dolorosa realidad mexicana. Ya no es la aparición de una mujer arrepentida quien vaga por las noches, son mujeres reales quienes, con valentía y desesperación, recorren caminos polvorientos y escarban la tierra en busca de sus seres queridos.
El agua, elemento central en el mito original, se convierte en metáfora de la vida que se escurre, de lágrimas derramadas y de una esperanza persistente. Nuestra Llorona moderna, en contacto con su propia naturaleza, busca y percibe incansablemente, descoyuntándose en su quehacer lúgubre. Sus manos tiemblan al tocar árboles, suelos, matorrales, presintiendo que cada rincón elegido podría guardar el secreto del paradero de sus hijos.
El grito que antes aterrorizaba a los vivos ahora es un llamado a la conciencia, un eco que reverbera en lugares inhóspitos de nuestro país, exigiendo justicia y verdad. La Llorona ya no es un fantasma que infunde miedo, sino la encarnación del dolor y la resistencia de miles de madres mexicanas. Este grito, transformado, se convierte en símbolo de lucha y determinación.
Esta pieza busca transformar el mito macabro en un símbolo de resistencia. Al igual que la Pucullén mapuche –mito chileno emparentado– nuestra Llorona se convierte en una guía, no hacia la muerte, sino hacia la Verdad. Sus lágrimas riegan la tierra de la que brota la determinación de no olvidar, de no rendirse.
El color en esta pieza, entre la cianosis y el blanco y negro, explora dualidades de luz y sombra, de angustia asfixiante y memoria, representando la incertidumbre atroz que viven estas mujeres. Contrastes entre la belleza de nuestros paisajes –naturales y sociales– y la crueldad que los asola. El sonido del agua, antes pacificador, se troca en murmullos de plegarias y gritos de protesta, creando un contrapunto de fe y esperanza que reclama contra una caridad negada.
Esta obra no solo busca simbolizar una realidad insostenible, sino también honrar la fuerza y la perseverancia. Cada fotograma es un homenaje a una lucha, a un lamento; cada sonido, un eco del clamor por la justicia. La verdadera leyenda no es un fantasma que llora, sino mujeres y hombres, madres y padres, progenie y seres queridos que, a pesar del dolor, siguen buscando, amando y esperando.
Esta pieza audiovisual busca ser un puente entre el pasado mítico y el presente doloroso, entre el arte y la realidad social, entre el sufrimiento individual y la conciencia colectiva. Un humilde aporte para que el grito de la Llorona, ahora encarnado en miles de voces, no se pierda en la noche, sino que ilumine el camino hacia un país donde ninguna madre tenga que llorar a un hijo desaparecido.